Simposio para estudio del Instrumentum laboris en Roma
Encuentro en la Amazonía - archivo
Sínodo Panamazónico: dimensión, temporalidad y reforma en marcha
El 15 de octubre del 2017, el Papa Francisco convocó una Asamblea Sinodal Especial sobre la Panamazonía, indicando que el principal objetivo es “encontrar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, sobre todo de los indígenas, muchas veces olvidados y sin una perspectiva de un futuro sereno, también por la causa de la crisis de la foresta amazónica, pulmón de fundamental importancia para nuestro planeta”
Ciudad del Vaticano.- “El Instrumentum laboris creo que es un documento donde están los sueños, los anhelos, las preocupaciones de la Iglesia amazónica y muchas cosas que van más allá, las preocupaciones de los pueblos amazónicos y de los pueblos indígenas”, declaró Mons. David Martínez de Aguirre Guinea, O.P., Obispo titular de Izirzada, Vicario Apostólico de Puerto Maldonado, Perú.
Simposio para estudio del Instrumentum laboris en Roma
Esta semana se desarrolló en Roma un simposio para estudiar el documento de trabajo para el Sínodo Especial sobre la Panamazonía. La etapa de estudio es parte de la agenda que el mismo Documento de trabajo contempla. Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) comparte sus impresiones de estas jornadas de estudio.
El actual momento, afirma Mauricio López, exige no perder de vista la consideración del Sínodo como “Anuncio de buena noticia en medio de circunstancias tan complejas de fragilidad y ausencia por parte de la Iglesia, de muerte por las crecientes expresiones de dominación, exterminio y extractivismo en este territorio, y de la necesaria acogida y reconocimiento de la gracia y revelación de Dios en medio de la diversidad cultural de sus pueblos originarios (indígenas) y otras comunidades, y la manera en que ellos viven sus esperanzas y resistencia para permanecer como pueblos”.
Territorialidad y universalidad
Para el Secretario Ejecutivo de la REPAM, “El Documento de Trabajo presenta tres tensiones: la primera, dimensión: entre territorialidad y universalidad. La segunda, temporalidad: entre el Kairos de los “nuevos caminos para la Iglesia” y el cronos de la urgencia para responder a la crisis socio-ambiental desde “una ecología integral”; y tercera, la reforma en curso: entre la centralidad y la sinodalidad”.
Después desarrolló cada una de las tensiones. “La dimensión. El presente Sínodo se focaliza en una dimensión Territorial específica, la Amazonía, con problemáticas y rasgos muy particulares que piden de la Iglesia un tipo de presencia y respuesta acorde con dicha realidad”. Y prosigue: “En este punto se habla de la emergencia del territorio como nuevo lugar teológico, y de un nuevo sujeto eclesial en la dimensión de su territorialidad”.
Esta consideración ya está presente en la Biblia, afirma López, en la noción de tierra prometida. En la tradición del seguimiento de Cristo, una llamada a la búsqueda permanente para descubrir a un Dios encarnado en Jesús, es decir territorializado, en una cultura y contexto particulares, y que sigue encarnándose en los pasos cambiantes del tiempo”. Mauricio López subraya los aportes de las ciencias sociales y naturales para comprender mejor la noción de territorio y su complejidad en la realidad amazónica.
El otro polo lo constituye la dimensión universal de la Iglesia. Citando el Documento preparatorio, afirma: “Las reflexiones del Sínodo Especial superan el ámbito estrictamente eclesial amazónico, porque se enfocan a la Iglesia universal y también al futuro de todo el planeta”.
Temporalidad y conversión ecológica
La temporalidad constituye la segunda tensión. Uno de los polos es el tema o título del Sínodo que nos habla de la urgente llamada a una Conversión Pastoral en su componente: “Nuevos caminos para la Iglesia”. Este momento s un momento que definitivamente identificamos como “Kairos”, ya que vemos rasgos particulares de la presencia actuante de Dios”.
El otro polo lo constituye el” llamado a una Conversión Ecológica, cuyo itinerario está claramente establecido en la Encíclica “Laudato Si. Sobre el cuidado de nuestra casa común”. Esto nos da, igualmente que, en el punto anterior, una lectura nítida y profunda de los signos de los tiempos, pero en este caso a partir de una crisis planetaria de una escala nunca antes imaginada o anticipable, y en donde el propio futuro del ser humano y del planeta se encuentran en riesgo”.
Se trata, entonces de “Una invitación imperativa a un cambio en la relación con el sentido de misterio, reconociendo que debemos repensar nuestra espiritualidad para buscar una que sea más sobria, sustentada en lo esencial, y que nos permita tener una verdadera comunión con la hermana madre tierra, con las hermanas y hermanos de este mundo, en especial los más excluidos”.
Centralidad y sinodalidad
La tercera tensión la constituye la reforma en curso. Mauricio López afirma que “La tensión está sobre todo expresada entre un polo que procura la continuidad de lo que consideramos el modo desde la Centralidad... Y, por el otro lado de esta tensión, el intento de una Iglesia más Sinodal”. El modelo sinodal se define por ser “más participativo, colegial, de mayor comunión, y que establece criterios y estructuras nuevas para caminar más al ritmo de los gritos y esperanzas de la realidad”.
El Secretario Ejecutivo de la REPAM insiste en las implicaciones de la sinodalidad, apoyándose en la Constitución Apostólica Episcopalis Communio que afirma: “También el Sínodo de los Obispos debe convertirse cada vez más en un instrumento privilegiado para escuchar al Pueblo de Dios: «Pidamos ante todo al Espíritu Santo, para los padres sinodales, el don de la escucha: escucha de Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama»(23).
Fuente: VaticanNews - 29 junio 2019