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La misionera valenciana Eugenia Lloris, religiosa perteneciente a la Fraternidad Misionera Verbum Dei, que lleva más de veintitrés años en Brasil, forma parte de un equipo itinerante de misioneros en la Amazonía que “sale al encuentro” de los pueblos indígenas “para junto con ellos y en medio de ellos luchar por la defensa del territorio, cultura, y asegurar los derechos humanos”.
Así, cada día recorre durante horas las comunidades indígenas, ribereñas, o quilombolas junto a sus compañeros, -“como hacía Jesús, de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad”- con una simple mochila, despojada de enseres- visitando áreas ribereñas del río Acre en la triple frontera de Brasil, Bolivia y Perú.
“Estar junto a ellos es la mejor manera de descubrir el valor de sus vidas y de la nuestra”, asegura la misionera. “Cuanto más nos integramos en sus comunidades, cuanto más respetamos su cultura y costumbres, cuanto más defendemos su territorio, más experimentamos la presencia de Dios y sentimos que Dios no nos abandona. Para mi esto es Evangelio” , afirma.
“Plantamos con ellos la mandioca, hacemos la harina, comemos los mismos alimentos y colgamos la red como ellos para dormir; nos bañamos en los ríos, y llevamos la vida que ellos llevan”. Según Eugenia Lloris, a simple vista puede parecer que se trata de una labor “no religiosa”, -expresa-, pero “¿acaso la defensa de la vida no es la primera evangelización que estamos llamados a vivir?”
Precisamente, según explica Eugenia, “los mismos pueblos indígenas, reunidos recientemente en un encuentro de preparación para el Sínodo de la Amazonía, -convocado por el papa Francisco par el próximo mes de octubre- en ese proceso de escucha, afirmaban que no quieren a la Iglesia Católica para que les evangelice, sino para que juntos defendamos nuestra Casa Común, la Amazonía”.
Esto “nos tiene que hacer reflexionar, modificar nuestras formas y abordajes, y escuchar al pueblo indígena que lleva las marcas de una evangelización que no respetó lo suficiente las culturas originarias y que hoy sufre las consecuencias de falta de identidad”, añade.
Por ello, una de las metas de los misioneros que se encuentran en la Amazonía es contribuir al “empoderamiento de los pueblos” – potenciando sus líderes- “pues ellos mismos precisan ser actores y protagonistas de su historia, asumiendo y llevando a término sus proyectos”.
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Fuente: ABC.es