Conferencia de presentación del Instrumentum laboris. Intervención de Mons. Fabio Fabene
El Instrumentum Laboris es el punto de convergencia de la escucha de todos los miembros de la Iglesia y también de diferentes voces que no pertenecen a ella. El documento, de hecho, es el resultado de un amplio proceso de consulta promovido por la Secretaría General del Sínodo a partir de la presentación del Documento Preparatorio, que tuvo lugar el 13 de enero del año pasado.
Según la praxis habitual de todos los Sínodos anteriores, de acuerdo con las normativas sinodales, se consultaron los Sínodos de las Iglesias Católicas Orientales, las Conferencias Episcopales, los dicasterios de la Curia Romana y la Unión de Superiores Generales. Todos estos organismos fueron invitados a responder al Cuestionario que era parte integral del Documento Preparatorio, para expresar su comprensión del mundo de la juventud, comunicar su experiencia de acompañamiento vocacional y compartir algunas "buenas prácticas". Teniendo en cuenta las diferentes situaciones en las que los jóvenes viven, tres preguntas del Cuestionario antes mencionado fueron sobre una base continental.
Para este Sínodo, sin embargo, la consulta se ha ampliado, añadiendo a esta modalidad, que llamaría "clásica", otras iniciativas dirigidas a involucrar a todo el pueblo de Dios, especialmente a los jóvenes, en la profundización del tema del Sínodo.
La primera iniciativa fue el Seminario internacional sobre la condición de los jóvenes celebrado en septiembre de 2017. Participaron alrededor de cincuenta expertos y una veintena de jóvenes de los cinco continentes. Los temas tratados se referían a los jóvenes en relación con su búsqueda de su identidad, a la relación con los demás, al mundo del estudio, del trabajo, de la política, del voluntariado, de la tecnología y de la religión.
La segunda ha sido el cuestionario online presente en la web del 14 de junio al 31 de diciembre de 2017. Contenía preguntas un tipo diverso de las dirigidas a las Conferencias Episcopales y a los otros órganos mencionados anteriormente. De hecho, se dirigía explícitamente a los jóvenes para que pudieran dar a conocer sus situaciones concretas de vida y expresar su opinión sobre algunos temas importantes relacionados con la Iglesia y la sociedad.
La tercera fue la Reunión pre-sinodal, celebrada del 19 al 24 de marzo de este año, a la que asistieron 300 jóvenes físicamente presentes en Roma y unos 15.000 conectados online a través de la creación de páginas de Facebook en los 6 idiomas principales. El Documento final de esta reunión es el fruto de intensas jornadas de trabajo y expresa la voz directa de los jóvenes. Venían de ámbitos y situaciones diversas y colaboraron felizmente, llegando a un acuerdo sobre el texto que se entregó al Santo Padre el pasado domingo pasado de Ramos.
Por último, también se han tomado en consideración las contribuciones que un gran número de jóvenes, grupos y movimientos de los cinco continentes han enviado a la Secretaría del Sínodo.
Son cinco, pues, las fuentes utilizadas para el Instrumentum Laboris. La voz directa de los jóvenes es la más presente. Hay más de cien referencias a las tres fuentes en las que los jóvenes se han expresado directamente: muchas veces se trata de citas bastante largas. Todo el quinto capítulo de la primera parte está dedicado a darles espacio y voz. En este documento, no solo se habla de los jóvenes, sino que se les da la palabra. Del conjunto del trabajo de escucha -y, lo ha demostrado sobre todo, el desarrollo de la Reunión pre-sinodal- se puede decir ciertamente que los jóvenes se han mostrado abiertos al diálogo intergeneracional, colaborativos y proactivos, reflexivos y disponibles. Este diálogo con los jóvenes continuará, de alguna manera, también durante el Sínodo.
Teniendo en cuenta que el uso de las redes sociales durante la Reunión Pre-Sinodal ha resultado ser una experiencia positiva, durante la Asamblea General de octubre habrá un espacio de comunicación dirigido directamente a los jóvenes. Se usarán las redes sociales (en particular, Facebook, Instagram y Twitter), con los tiempos y los lenguajes propios de ellas. Se tendrá así la posibilidad de una interacción diaria, también a través de imágenes y videos.
Naturalmente, entre los auditores, además de los educadores de los diversos campos, habrá un número considerable de jóvenes, también con experiencias particulares que nos harán reflexionar sobre las situaciones difíciles de la vida de muchos de ellos. Como en todos los Sínodos, no faltarán los Delegados fraternos de diferentes confesiones cristianas ni los Invitados especiales de otras religiones.
De este modo, la XV Asamblea General Ordinaria será una expresión de los sentimientos, deseos y expectativas de todos los jóvenes del mundo, tal como lo deseaba el Santo Padre desde el comienzo del itinerario sinodal.